jueves

Fauna Argentina en Peligro de Extinción

Fauna argentina en Peligro de Extinción

Aves
Harpía (Harpia harpija)
Águila Viuda o Patera (Spizastur melanoleucus)
Águila Calzada Barreada (Spizaetus ornatus)
Águila Monera (Morphnus guianensis)
Pato Serrucho (Mergus octosetaceus)
Yacutinga o Pava de Monte (Aburria jacutinga)
Macuco (Tinamus soitarius)
Guacamayo Rojo (Ara chloptera)
Papo Rosa o Loro Pecho Vinoso (Amazona vinacea)
Chorao (Amazona pretrei)
Maracaná Cara Afeitada (Ara maracana)


Mamíferos

Perro vinagre o Zorro Pitoco (Speothos venaticus)
Gato Onza (Felis pardalis)
Tatú Carreta (Priodontes giganteus)
Aguará Guazú o Lobo de Crin (Chrysocyon brachyurus)
Carayá o Aullador Rojo (Alouata guariba)
Venado de las Pampas (Ozotoceros bezoarticus)
Lobito de Río (Lontra longicaudis)
Comadreja de Agua o Cuica (Chironectes mininus)
Ciervo de los Pantanos (Blastocerus dichotomus)
Yaguareté o Tigre (Leo onca)
Oso Hormiguero o Tamanduá (Mmyrmecophaga tridáctila)
Comadreja Lanosa (Caluromys lanatus)
Tatú Cementerio o Rabo Molle (Cabassus tatouay)
Gato Moro o Yaguarundí (Felis Yaguaroundi)
Tirica Nariz Rosada (Felis tigrina)
Tirica Nariz Oscura (Felis wiedii)
Lobo Gargantilla (Pteronura brasiliensis)


Reptiles
Yacaré Overo o Ñato (Caimán latirostris)

La Leyenda del Palo Borracho

Leyenda del Palo Borracho
En los tiempos en que la luna bañaba su precioso disco en las aguas de los grandes ríos aprisionados en la floresta, existía una tribu de indios cuyos hombres eran de un valor, extraordinario, y sus mujeres de mágica hermosura. Una de ellas sobresalía de todas por su exquisita bondad que se unía a sus nobles condiciones para completar un digno marco de atracción y de alabanzas.
Muchos guerreros ambicionaban llevarla a su tienda por compañera, y muchas estrellas fueron testigos de las rondas y canciones que le prodigaban al son de instrumentales de sonoros acordes.
La joven india, que había rendido las pruebas que se exigían a las mujeres de su tribu llegadas a la pubertad, tenía su elegido en uno de los indios de su pueblo, Era un esbelto guerrero que en más de una ocasión había puesto a prueba su coraje. El amor los fue uniendo hasta que quiso la fatalidad que la tribu se trabara en lucha con otras enemigas.
Partió el amante con sus compañeros, no sin antes solicitar de los labios de la amada la fidelidad que guardaría durante su ausencia. Ella le prometió un amor eterno y juré sobre los huesos de sus abuelos que no unirla su cuerpo a otro que no fuera el que había elegido y amado con extraño frenesí. Su espera sería eterna, hasta que las, sombras la arrojaran en medio de la noche y la muerte le diera el sosiego a su espíritu dolorido.
Transcurrieron muchas lunas sin que los guerreros ofrecieran noticias. Cuando la convicción de la muerte se extendió por la tribu, la india, desposeída de su bien amado por el triste designio, escuchó indiferente palabras de amor de bizarros hombres del pueblo. A ninguno hizo caso, porque en su corazón se habla abierto una herida profunda causada por el dolor y que no se restañaría por largo tiempo.
Desesperada se hundió en la selva para dejarse morir en ella. Poco tiempo resistió el peso de la vida su físico debilitado. Una mañana, a la llegada de la primavera, los indios que se dirigían a cazar, la encontraron muerta entre los matorrales. Decidieron llevarla hasta el pueblo; pero, en momentos de cargarla sobre una parihuela, notaron que sus brazos se alargaban en forma de ramas y que su cuerpo se redondeaba tomando, la forma de un árbol de extraña configuración. Su cabeza se doblegó hacia el naciente, sobre el tronco, y de los dedos: empezaron a brotar flores blancas de gran hermosura.
Los indios retornaron impresionados a su tribu y allí contaron lo que habían visto. Sólo algunos días después se animaron a volver al lugar donde se hallaba la india muerta, convertida en árbol.
Al llegar comprobaron que las flores se habían teñido de un ligero color rosado y que ya no había quedado ningún vestigio, de humanidad. El árbol se levantaba seguro sobre su robusto tronco y su ramaje florecido', se desparramaba en su graciosa copa.
Las flores blancas son los suspiros de amor y las lágrimas de la india que se tiñen de rosa por la sangre derramada en el campo de batalla, y que las raíces del árbol absorben de la tierra para llevarla a las corolas.

La Leyenda del Ceibo

Leyenda del Ceibo
Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita llamada Anahí. En las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños...
Pero llegaron los invasores, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas.
Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera.
La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.

La Leyenda del Ombú

Leyenda del Ombú
El ombú suele aparecer raramente... Lo creen árbol bueno, su raíz enorme y retorcida con grandes protuberancias sirve de guarida a los perros.Lo creen un árbol bueno porque generosamente da sombra al caminante. Cuenta la leyenda que cuando Dios hizo el mundo, después de haber hecho los mares y la tierra, los hombres y los animales, cuando hacía las plantas, a cada una le preguntaba lo que quería ser.
Cuando le llegó el turno al Quebracho, éste le dijo:
- Tata Dios... ió quero ser juerte y duro pa' resistir los golpes de la suerte, y Tata Dios lo hizo juerte y duro.
Cuando le llegó el turno al jacarandá, éste dijo:
- Tatita... ió quero ser coqueta como mujer, y Tata Dios la hizo coqueta...
Después le llegó el turno al cañaveral...
- Qué querís ser vos?... le dijo Tata Dios...
- Ió quero ser, Tata Dios, largo y duro pa' ser lanza e' soldado y picana 'e los bueyes en el trabajo 'e las carretas... dijo el cañaveral del cañadón...
Por último le llegó el turno al ombú y éste al ser preguntado por Tata Dios, le contestó:
- Tata Dios... ió quero ser coposo para dar sombra y descanso a los caminantes; ió no quero flores ni perfumes, ni vistosos colores, ni jugo, ni siquiera fruto... que mi tronco sea blando y que ni los clavos puedan quedar clavados en mi madera... Tata Dios... ió quero hacer el bien a los hombres... ió quero aliviarles las fatigas cuando cruzan las llanuras y los montes, los ríos y montañas bajo el sol calcinante y muertos de sed en medio de la tierra reseca por el fuego y el calor...
Y Tata Dios lo hizo como le pidió el ombú.
Pasaron muchos siglos y siglos... Vino el Redentor del mundo, salvó a los hombres y éstos lo crucificaron. Cuando el ombú lo supo corrió y pidió hablar con Tata Dios... Tatita Dios consintió y el pobre ombú lleno de dolor; le dijo:
- Tata Dios... cuando usted hizo los árboles les preguntaba a todos qué querían ser... y tuitos querían ser bonitos, lindos y juertes... Ió no quería nada d'eso pa' que jamás pudiera servir de cruz, como sirvieron otros otros árboles p'al Hijo de Dios que nos trajo amor al mundo...- ¡Ah...já!...bueno m'hijito... mi hais ienao de satisfacción... A naides había oído hablar tan lindo, dijo Tata Dios... y abrazándolo, le dijo:
- Ió te protegeré por toda la eternidad para que sigas haciendo el bien a los hombres...

La Leyenda del Ñandú

Leyenda del Ñandú
Hace muchos, muchísimos años, habitaba en tierras mendocinas una gran tribu de indígenas muy buenos, hospitalarios y trabajadores.
Ellos vivían en paz, pero un buen día se enteraron que del otro lado de la cordillera y desde el norte de la región se acercaban aborígenes feroces, guerreros, muy malos.Pronto, los invasores rodearon la tribu de los indios buenos, quienes decidieron pedir ayuda a un pueblo amigo que vivía en el este.
Pero para llevar la noticia, era necesario pasar a través del cerco de los invasores, y ninguno se animaba a hacerlo.Por fin, un muchacho como de veinte años, fuerte y ágil, que se había casado con una joven de su tribu no hacía más de un mes, se presentó ante su jefe, resuelto a todo, se ofreció a intentar la aventura, y después de recibir una cariñosa despedida de toda la tribu, muy de madrugada, partió en compañía de su esposa.
Marchando con el incansable trotecito indígena, marido y mujer no encontraron sino hasta el segundo día, las avanzadas enemigas.Sin separarse ni por un momento y confiados en sus ágiles piernas, corrían, saltaban, evitaban los lazos y boleadoras que los invasores les lanzaban.
Perseguidos cada vez de más cerca por los feroces guerreros, siguieron corriendo siempre, aunque muy cansados, hacia el naciente.Y cuando parecía que ya iban a ser atrapados, comenzaron a sentirse más livianos; de pronto se transformaban.
Las piernas se hacían más delgadas, los brazos se convertían en alas, el cuerpo se les cubría de plumas. Los rasgos humanos de los dos jóvenes desaparecieron, para dar lugar a las esbeltas formas de dos aves de gran tamaño: quedaron convertidos en lo que, con el tiempo. se llamó ñandú. A toda velocidad, dejando muy atrás a sus perseguidores, llegaron a la tribu de sus amigos.
Éstos, alertados, tomaron sus armas y se pusieron en marcha rápidamente.
Sorprendieron a los invasores por delante y por detrás. y los derrotaron, obligándolos a regresar a sus tierras.Y así cuenta la leyenda que fue como apareció el ñandú sobre la Tierra.

martes

Manualidades Con Residuos - Velas de la abundancia

Velas de la abundancia

Materiales
1 Frasco de vidrio, ( tipo mermelada o mayonesa ), limpio y sin etiqueta; o un vaso.
Semillas de distintas formas y colores, ( girasol, maíz, porotos, garbanzos, pimienta negra, etc. ).
Flores de lavanda trituradas, o albahaca triturada
Gel para velas
Pabilo para velas en gel
Esencias aromáticas para velas
Embudo o cucharas recicladas individuales
Apisonador

Procedimiento

Limpiar bien el frasco y comprobar que esté seco.

Colocar capas de semillas con el embudo, de manera tal, que contrasten los colores.
Entre capa y capa, presionar las semillas con el apisonador.
Cada dos capas colocar algunas flores de lavanda trituradas.Una vez completo el frasco, cerrar muy bien con la tapa.

Derretir el gel para velas y colocarle varias gotas de esencias aromáticas.
Sobre la última capa, colocar gel para velas.

Luego de unos minutos colocar en el gel el pabilo para velas, de manera tal que sobresalga 1,5 centímetros. Dejar solidificar.

viernes

Conciencia por el Ambiente Recomienda - Cuentos para el alma

UN CARTEL QUE DECÍA "CUIDADO CON EL VIENTO
"Don Anselmo lo había escrito sobre una madera pintada de blanco, en letras rojas, porque la ultima lata de pintura que le quedaba era roja.Era un lindo cartel, instalado al frente de la casa y decía:
"CUIDADO CON EL VIENTO".
En ese vecindario había muchos carteles: el de la panadería "La medialuna derecha" el de la carnicería "La vaca atada", el de la plaza "Prohibido pisar el césped", el de la ferretería "El tornillo flojo".Pero a todos nos llamaba la atención el cartel de la casa de Don Anselmo. Más aun porque cuando pasábamos por allí, si él estaba, nos decía:-Hay que saber leer para entenderlo.
Ariel, Fabián y yo nos encogíamos de hombros y murmurábamos muy bajito, para que no nos oyeran.-No hay que ser sabio para entender ese cartel.Ni el panadero, ni el carnicero, ni el ferretero, ni el guardián de la plaza intentaban darnos tantas explicaciones.Tal vez porque a las medialunas las devorábamos casi sin mirarlas y no estábamos seguros si eran derechas o no. La carne ya no estaba en la vaca cuando comíamos las milanesas.
Mi abuelo siempre dejaba algún tornillo flojo y... alguno se caía de la silla!En cuanto a la plaza: ninguno de los chicos pisábamos el césped, porque andábamos en patines, con zancos o en bicicleta...Pero..." Cuidado con el viento"...
-Don Anselmo, ¿ Cuándo me va a decir qué tengo que entender?
-Cuando sepas leer las cartas del aire.
Yo me quedaba viéndolo. Y él fumaba su pipa. El humo blanco era como un tren que se lo llevaba de viaje.
¿ Adónde se iba su sonrisa buena y la mirada de sus ojos de cielo gastado? ¿ Se iban a su niñez, se iban a las canciones que cantaba su padre marinero, mientras el barco se balanceaba y las caracolas le robaban pedacitos de sonido al mar para decirlo alguna vez en el oído de algún niño?
Estaba llegando el invierno y los chicos y los grandes se ataban los gorros de lana, se ponían doble cordón a los botines, ajustaban cinturones a sus abrigos para pasar frente a la casa de Don Anselmo.Tenían miedo de que el viento les arrancara todo, camperas, medias, gorros, zapatos...¡Cuidado con el viento! ¡Cuidado con el viento!
Y contaban por ahí cosas terribles: que el viento una vez se llevó todo un pueblo a otro lado. Lo levantó y lo puso detrás de las montañas. Y cuando los pobladores se despertaron por la mañana vieron otro color de luz y sintieron otros olores y todo estaba cambiado en las fotos...Cuidado con el viento. Cuidado con el viento.
¿Dios había hecho un viento para tirar la ropa colgada de la soga? ¿ Para despeinar a las niñas?-
No, no- dijo Don Anselmo, como si me leyera el pensamiento.- Ahora que reconocés las cartas del aire, te voy a explicar. Mira... mira el viento... ¿qué crees que lleva alzado contra su pecho?-Semillas- musité.-¡Claro! un valioso cargamento, las transporta a los lugares más increíbles.
¿Quién crees que planta las flores de las laderas del cerro? ¿ Quién lleva el olor a pólvora de los disparos arteros para que huyan los venados, los zorritos, los ciervos y todos los animales que persiguen los cazadores? ¿ Quién barre la nieve de los caminos de invierno? ¿ Quién seca el lodo? ¿ Quién saca las hojas de oro que desparrama el otoño? ¿ Quién lleva la primavera de un continente a otro, con sus minúsculos duendes, del tamaño de un puntito, que son los fabricantes de las briznas de hierba, de los pétalos sueltos que las hadas ordenan en magnificas flores, del olor de la vainilla, de la mica que brilla en las piedras, de los granos de arena? Ellos tejen el aire... el aire que no deja que te caigas, el aire que te llena de goles la pelota de fútbol, el aire que te trae música de las esferas: la de las estrellas...
-Entonces Don Anselmo... no nos tenemos que cuidar del viento.
-Claro que no.
-Tenemos... ¿qué cuidar al viento?
-Claro que sí.
-¿Y cómo es eso?
-¿Cómo cuidar al viento? Con amor, como a todo Y con respeto. Dándole cosas bellas, una hermosa canción, un papel de color cortado en pedacitos, palabras... porque el viento es poeta y con esas palabras teje poemas que abanican las alas de los pájaros, se mojan en el mar, acarician el trigo en los sembrados y alguna vez los versos serán pan.
Y alguna vez los versos serán pan. Y en la barriga de algún niño hambriento
dibujaran el signo de la paz. Y escribirán
"Cuidado con el viento"

Poldy Bird
Del libro "PASA UNA MUJER"

Agradecemos a la gran escritora argentina Poldy Bird por brindarnos gentilmente su cuento, y al señor Jaime Fisher por acompañarnos en nuestro camino.
Conciencia por el Ambiente

Volcán Chaitén - Un gigante que durmió 10000 años

El Volcán Chaitén es un volcán de tipo caldera ubicado a 10 kilómetros al NE de la ciudad de Chaitén, capital de la Provincia de Pañena, en la Región de Los Lagos. Recientemente entró en erupción luego de miles de años sin actividad, originando la evacuación masiva de la población de la ciudad del Chaitén y sus alrededores.

Fuente: http://www.diario.com.mx/

Fuente: http://www.newsimg.bbc.co.uk/

Evacuación de la población de la ciudad El Chaitén - Fuente: http://www.newsimg.bbc.co.uk/

Fuente: http://www.newsimg.bbc.co.uk/


Cenizas en la ciudad El Chaitén - Fuente: http://www.diario.com.mx/

Actividad eléctrica en el volcán Chaitén - Fuente: afinidadelectrica.com

Los fotos exhibidas en este blog son meramente informativas, y no pertenecen a esta ONG, por dicha razón debajo de cada una de ellas se cita su fuente.