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Teoría celular

La "teoría celular" se desarrolló a partir de las contribuciones de muchos científicos a través de los siglos y, en la actualidad, está tan bien sostenida por las evidencias experimentales, dado que ya no hay lugar a dudas de su veracidad.
Robert Hooke, fue uno de los primeros secretarios de la Real Sociedad de Londres, probablemente el primer microscopista que observó las células y definitivamente el primero en darles ese nombre, en una demostración a la Real Sociedad del aspecto de los poros del corcho, cortados en forma tanto transversal como perpendicular, fechada el 13 de abril de 1663.

En esa búsqueda tan característica de la unidad de las formas vivientes de los Naturphilosophen, el alemán Richard Oken ya en 1805 había intuido que los seres vivos estaban formados de células. Pero había de pasar medio siglo antes de que esta idea pudiera sostenerse sobre hechos de observación.

Las celdillas descritas por Hooke fueron confirmadas, entre otros, por Malpighi en las plantas verdes; en 1831 Robert Brown, médico y botánico inglés, descubrió los corpúsculos que llamó núcleos, ( diminutivo de nux, nuez ); en 1835 Gabriel Valentin, de Berna, describió el nucléolo y un año después introdujo el término de parénquima para referirse a la sustancia situada entre el núcleo y la pared de la celdilla. El médico checo Jan Evangelista Purkinje introdujo el término protoplasma en una conferencia en 1839, publicada un año después.
El primer paso en la generalización e interpretación de las observaciones fue dado por el botánico Matthias Jacob Schleiden que expuso en su trabajo “Beiträge zur Phytogenesis” de 1838, ( Contribuciones a la fitogénesis ). En él sostuvo que todas las plantas estaban formadas de células y que éstas correspondían a la unidad estructural del reino vegetal. Pero formulaba, además, una teoría acerca de la manera cómo se formaban las células, a saber: a partir del citoblasto, ( léase núcleo ), y éste, a su vez, se generaba por una especie de coagulación de la sustancia madre que llenaba la celdilla.

El segundo paso lo dio Theodor Schwann al extender la doctrina de Schleiden al reino animal. Schwann, médico, fisiólogo y zoólogo, nació en Neuss, cerca de Düsseldorf en 1810 y murió en 1882. Puede decirse que toda la basta obra productiva de Schwann es de su juventud, pero, después de la formulación de la Theorie der Zellen como capítulo de su obra de 1839, publicada a los 29 años de edad, “Mikroskopische Untersuchungen über die Übereinstimmung in der Struktur und Wachstum der Thiere und Pflanzen”, ( Investigaciones microscópicas sobre la concordancia en estructura y crecimiento de los animales y plantas ), abandonó Alemania por una crisis personal, agravada por no haber podido encontrar un puesto universitario, se fue a Lovaina y a Lieja, donde se dedicó a la docencia y no hizo ninguna otra contribución a la ciencia.

De manera similar al trabajo de Schleiden, el de Schwann no consistió simplemente en extender la concepción celular al reino animal sino además, en formular un principio acerca de la generación de las células en los seres vivientes, de ahí la justificación de teoría celular. El proceso ocurría así: en una masa sin forma, el citoblastema, se formaban primero los núcleos, luego, alrededor de ellos, las celdillas, y todo eso, por una especie de cristalización, en todo caso, por un proceso gobernado por leyes físicas que rigen la agregación de moléculas del citoblastema.

Schwann, como se ve, no era un Naturphilosoph, su teoría muestra un claramente un carácter reduccionista. Los pasos siguientes en la concepción de la estructura celular de los seres vivos iban a ser dados por Remak, con el descubrimiento de la división celular en 1852, y, pocos años después, por Rudolf Virchow, quien combinó las ideas formulando la
Teoría celular.

Básicamente, los postulados de la teoría celular establecen que:

1.- Todo los
seres vivos están formados por una o más células.

2.- Todas las células proceden de células preexistentes.

3.- Todas las
funciones vitales de los organismos ocurren dentro de las células.

4.- Las células contienen la
información hereditaria necesaria para la regulación de las funciones celulares y para la transmisión de la información a las próximas generaciones de células.

Características de las Briofitas

Las briofitas son las embriofitas más primitivas. Se hallan distribuidas por todo el planeta, desde las regiones tropicales a las zonas polares. Excepto unas pocas especies acuáticas, exclusivas de las aguas dulces, casi todas son terrestres y a pesar de no ser parásitas resultan a veces perjudiciales para otras plantas, pues forman espesas alfombras que impiden el crecimiento de otras especies. Requieren menor intensidad lumínica que las restantes plantas, por lo que son los habitantes más habituales del interior de las cuevas. La tolerancia a la desecación es muy común entre las briofitas, aunque no es un carácter absoluto y constante, varia notablemente entre las especies. Por ejemplo, especies que habitan bosques húmedos-sombríos son muy sensibles a desecarse, mientras otras que habitan zonas áridas y desérticas, sobreviven efectivamente a los periodos de desecación. ( Kürschner 2003; Oliver 2005; Proctor 2002 ).

Carecen de tejidos vasculares especializados, ( xilema y floema ), por lo tanto, en sentido estricto, todos las briofitas carecen de hojas, tallos y raíces auténticas, puesto que estas estructuras se encuentran definidas en parte por la presencia de tejidos vasculares en ellas. Sin embargo, en muchos libros los términos “hoja” y “tallo”, se utilizan para designar a las estructuras tipo hoja y tipo tallo de los gametofitos de las hepáticas foliosas y de los musgos.

Presentan un ciclo de vida haplo-diplonte, con una alternancia de generaciones heteromórficas, con una predominancia del gametofito, y donde el esporofito puede tener un crecimiento indeterminado o determinado./ Durante la etapa reproductiva, el gametofito produce órganos sexuales masculinos denominados anteridios, o femeninos llamados arquegonios. Los arquegonios, son órganos en forma de botella, provistos de una pared constituida por una capa ordinariamente sencilla de células, en la cual se distinguen dos partes, llamadas vientre y cuello. La porción ventral encierra una célula central, grande, que se divide poco antes de la madurez y produce la ovocélula, y una célula del canal del vientre situada en la base del cuello. A estas dos células siguen, en el cuello, las células del canal del cuello./ Los anteridios, gametangios masculinos, son formaciones globosas o mazudas, cuya pared, formada por una sola capa de células, encierra el tejido espermatógeno. Las pequeñas células espermatógenas, más o menos numerosas, se dividen cada una en dos espermátidas, que se desprenden de la masa del tejido en que se han originado y se transforman en sendos espermatozoides provistos de dos flagelos cerca del extremo anterior./ Los anteridios y los arquegonios pueden encontrarse en plantas separadas, en diferentes ramas de la misma planta, o también juntos en el mismo ápice.

Los rizoides sólo se utilizan para la fijación, ya que la absorción de agua y de iones inorgánicos se realiza de forma rápida y directa por todo el gametofito.
Desde el punto de vista bioquímico, ( pigmentos, sustancias de reserva, etc. ), las briofitas solamente concuerdan con un grupo de talófitas: las clorofitas; sin embargo, no se conocen formas intermedias de ninguna clase, ni en el pasado, ni en la actualidad.

Las adaptaciones básicas necesarias para que éstos organismos colonizaran la tierra se pueden resumir en:

1.- Cutícula: escuda a los delicados tejidos acuosos adyacentes, evitando la deshidratación. Esta cutícula está estrechamente relacionada con la presencia de estomas, poros especializados cuya función principal es regular el intercambio de gases.

2.- Hojuelas o filoides: se extienden en el aire para absorber luz y efectuar la fotosíntesis.

3.- Raicillas: penetran en el suelo para dar anclaje.

4.- Talluelo o cauloide: sostiene a las hojuelas y las conecta con las raicillas.
5.- Protección: se desarrolló una capa estéril que recubría las células productoras del esperma y de las ovocélulas, así como también recubría las células productoras de espáras.

6.- Agua: se halla reducida al mínimo la necesidad de la misma para la reproducción; sin embargo, necesitan de ella para hidratar a los gametos masculinos y para que éstos puedan llegar al arquegonio para fecundar al gameto femenino.

7.- Retención del cigoto dentro del gametangio femenino
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